Todos hemos oído hablar de las emociones, aunque muchos nos sorprendemos cuando comprobamos cuanto sabemos al respecto.
Cuando nos encontramos en estados de hiper o hipoactivación (activación mental y física), nos quedamos fuera de nuestra ventana de tolerancia, cuando… estar dentro de la ventana nos ayuda a que nuestro funcionamiento sea óptimo.
Pero, ¿qué es exactamente esta ventana? La ventana de tolerancia representa el rango de intensidad emocional que somos capaces de experimentar cada uno de nosotros. Dentro de ese rango, de esa ventana, las personas podemos sentir seguridad, aprender y disfrutar de la vida.
A veces las emociones nos desbordan por distintos motivos: desconfianza, prisa, trabajo, estrés… Los dos extremos de esta ventana corresponden con dos estados opuestos de la activación adecuada del organismo:
La investigación neurocientífica ha demostrado que en estos casos la única forma de cambiar cómo nos sentimos es a través de la conciencia sobre nuestra experiencia interior, respetándola y aprendiendo a convivir con ella. La práctica de la atención plena/consciente, calma el sistema nervioso y nos ayuda a reconocer nuestras emociones y controlarlas mejor.
La apertura de la ventana de tolerancia puede hacer que nos sintamos más calmados y centrados en el presente, disfrutar de nuevas experiencias, no sentir tanta sobrecarga en ciertas situaciones… Además de sernos de gran ayuda en nuestras relaciones sociales.