Según la organización benéfica ADHD Aware del Reino Unido, entre el 30 % y el 40 % de la población es neurodivergente. Sin embargo, al igual que con el término “neurotípico”, este no tiene un significado fijo. La neurodivergencia se presenta de muchas formas.
Un individuo puede ser considerado neurodivergente si su cerebro aprende, funciona o procesa la información de manera diferente a la mayoría de las personas.
¿Te cuesta entender a las personas que te rodean?
¿Sueles malinterpretar las intenciones de los demás?
¿Te cuesta confiar en los demás y te pierdes en los pensamientos?
¿Te sientes fuera de lugar, como si nadie fuera nunca a comprenderte?
¿Te cuesta centrarte en una tarea y cambias de actividad constantemente buscando una nueva satisfacción que nunca llega?
Los trastornos del neurodesarrollo son “un grupo de condiciones heterogéneas que se caracterizan por un retraso o alteración en la adquisición de habilidades en una variedad de dominios del desarrollo incluidos el motor, el social, el lenguaje y la cognición” (Thapar, Cooper y Rutter, 2016).
En definitiva, los Trastornos del Neurodesarrollo, son alteraciones o retrasos en el desarrollo de las funciones vinculadas a la maduración del sistema nervioso no siendo problemas estáticos, sino que evolucionan juntos con el desarrollo del niño.
La gran diversidad existente dentro de los trastornos del neurodesarrollo se refleja en el hecho de que algunos afectados manifiestan déficits puntuales que no les impiden tener una vida independiente y plena. Por ejemplo, dificultades para mantener la atención centrada.
Otros, sin embargo, necesitarán apoyo durante toda su vida para poder sobrevivir, debido a que no llegan a desarrollar aquellas habilidades básicas necesarias para una existencia independiente. Tal como, la habilidad para andar o alimentarse por sí mismos.
Diversos factores pueden afectar el normal desarrollo del cerebro, aunque en muchos casos la etiología es desconocida. Las causas pueden clasificase en:
Congénitas, por ejemplo, mutaciones genéticas o trastornos metabólicos.
Prenatales, como deficiencias nutricionales o infecciones maternas.
Perinatales, por ejemplo, las derivadas de complicaciones durante el parto, especialmente la falta de oxígeno (hipoxia).
Postnatales, que hacen referencia a factores como traumatismos craneoencefálicos, infecciones como la meningitis o la exposición a tóxicos ambientales después del parto.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta edición (DSM-5) incluye dentro los trastornos del neurodesarrollo los siguientes:
-Discapacidad intelectual
La discapacidad intelectual se caracteriza por la afectación general de los procesos cognitivos a grado tal, que impide al individuo alcanzar las habilidades necesarias para realizar las tareas que se esperan para su edad. Por ejemplo, un adecuado dominio del lenguaje o de las funciones ejecutivas.
-Trastorno (condición) del espectro del autismo (TEA)
El TEA se manifiesta en dificultades para establecer una comunicación social efectiva, patrones de comportamiento repetitivos e intereses muy restringidos.
-Trastorno (condición) de atención con hiperactividad (TDAH)
Se manifiesta en dificultades para el mantenimiento de la atención y/o comportamiento hiperactivo e impulsivo.
-Otros trastornos del neurodesarrollo incluidos en el DSM-5:
Trastornos específicos del aprendizaje
Trastorno de la comunicación
Retraso global del desarrollo
Discapacidad intelectual no especificada
Es importante tener en cuenta que en una misma persona puede manifestarse más de un trastorno del neurodesarrollo. Por ejemplo, dentro del TEA es elevada la prevalencia de TDAH y también de discapacidad intelectual.
El término neurotípico hace referencia a las personas que tiene las funciones cerebrales y los comportamientos considerados estándar o típicos. Por lo tanto, los neurotípicos suelen alcanzar todos los hitos del desarrollo y del comportamiento en los mismos momentos y edades que se consideran estándar para la mayoría de las personas.
La “neurodiversidad”, se trata de un movimiento social surgido como autodefensa y búsqueda del reconocimiento de una identidad positiva dentro del mundo del autismo (Silberman, 2015).
El concepto se acuñó inicialmente para referirse al sistema neuronal atípico de las personas con Trastorno del Espectro Autista (trastorno, o más bien CEA, condición, del espectro autista). Contribuye a la desestigmatización social de los TEA como personas con discapacidad y reconoce cómo los individuos neurodiversos se encuentran en un espectro que varía según sus capacidades y limitaciones.
La Neurodiversidad hace referencia al planteamiento positivo respecto a la inevitable diversidad de la neurología humana. El término apareció a fines de la década de los ’90. podría considerarse alternativa para tratar sobre entidades identificadas a lo largo del tiempo también como “minusvalías”, “trastornos”, “discapacidades” y otros términos semejantes.
Dice Thomas Armstrong: “Mi propia definición de la palabra incluye un análisis de lo que durante mucho tiempo se han considerado trastornos mentales de origen neurológico, pero que pueden representar formas alternativas de las diferencias humanas naturales”(Armstrong, 2010: p. 21).
Es bastante gráfico el esquema de comprensión que bosqueja el mismo Armstrong a través de sus “ocho principios” de la neurodiversidad:
El cerebro humano funciona como un ecosistema más que como una máquina. Es un organismo biológico y cambia de manera adaptativa.
Los seres humanos y los cerebros humanos existen a lo largo de espectros continuos de competencia.
La competencia del ser humano se define a partir de los valores de la cultura a la que pertenece.
El hecho de ser considerado “discapacitado” o “dotado” depende, en gran medida, de cuándo y dónde has nacido.
El éxito en la vida se basa en la adaptación del cerebro a las necesidades de su entorno.
El éxito en la vida también depende de la modificación de tu entorno para ajustarlo a las necesidades de tu cerebro único (construcción de un nicho).
La construcción de nichos incluye elecciones profesionales y de estilo de vida, tecnologías de asistencia, recursos humanos y otras estrategias que mejoran la vida y la adaptan a las necesidades de cada individuo neurodiverso.
La construcción positiva de nichos modifica directamente el cerebro, que, a su vez, refuerza su capacidad de adaptarse a su entorno. La comprensión más básica consiste en el postulado de que no es el caso que ciertos colectivos son neurodiversos, sino que la neurodiversidad es una condición compartida por todas las personas.
Ruiz-Danegger, C. (2016). Neurodiversidad y alteraciones del desarrollo (v. 2).
En general, el análisis seguirá la tradición vygotskiana que considera que los signos, y en particular el lenguaje, son herramientas psicológicas que permiten a los seres humanos producir cambios en el mundo mental propio y en el mundo mental de los demás (Vygotsky, 2009)
Por otra parte, se identifican en nuestros contextos culturales ciertos procesos de medicalización y patologización que se considera anómalas en algún sentido. Se encuentra que la comprensión posible de las nociones de neurodiversidad y alteraciones del desarrollo debe tener en cuenta este contexto de naturalización e invisibilización de los procesos que se denomina como “medicalización” y “patologización” (Maneiro y Minnicelli, 2013; Untoiglich, 2014).
La medicina trata en todos los casos de proveer soluciones externas centradas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, de modo prioritario, mediante el recurso a medicamentos de acción específica.
Los términos “neurodiversidad” y “alteraciones” proponen nuevas perspectivas para abordar y explorar dimensiones semánticas por medio de la introducción de nuevos términos, cada cual con su propio alcance metafórico (Lakoff y Johnson, 2001).
La neurodiversidad se trata de la idea de que es normal y aceptable que las personas tengan cerebros que funcionen de manera diferente. En lugar de pensar que existe algo ‘malo’ o ‘problemático’ cuando las personas no funcionan de manera similar a otras, la neurodiversidad abarca todas las diferencias.
Existen muchas formas diferentes en las que se manifiestan las neurodivergencias, desde formas leves en las que la mayoría de personas no lo notarían hasta comportamientos más obvios que harían que una persona se comporte de manera diferente a lo ‘normal’ en nuestra sociedad.
Los ejemplos más comunes de neurodivergencia son los siguientes:
Autismo: El autismo se conoce como un trastorno del espectro ya que tiene muchas formas de presentarse. Esta condición puede incluir desafíos tanto en la socialización como en las habilidades sociales.
TDAH: El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se trata de un trastorno que implica que una persona experimente dificultades para controlar sus pensamientos, atención, comportamientos y emociones. Por lo tanto, las personas con TDAH pueden tener dificultades en la organización, pueden estar inquietas o parecer desinteresadas o desconectadas del entorno. En cambio, su neurodivergencia implica pensar de manera innovadora, ser capaces de ver planteamientos que los demás no pueden, tener más energía y a menudo ser más sensibles.
Dislexia: La dislexia a menudo se asocia con leer mal, así como escribir o pronunciar palabras o letras de manera desordenada, pero la realidad es que abarca más que esto. Por ejemplo, esta neurodivergencia implica experimentar dificultad para organizar palabras en oraciones, adquirir un vocabulario o pronunciar palabras o seguir ciertas instrucciones. En cambio, las personas con dislexia suelen sobresalir en el procesamiento visual, además tienden a tener una fuerte conciencia espacial y pueden llegar a ser muy creativos/as.
Otros tipos: Otros tipos de neurodivergentes incluyen al síndrome de Tourette, la dispraxia, la sinestesia, la discalculia, la epilepsia, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo, entre otros.
Existen algunos hechos que pueden ayudarnos a enfatizar la razón por la que deberíamos aceptar el término de neurodiversidad:
Estudios: Las personas procesamos la información de diferentes maneras. De hecho, enfocarnos en la neurodiversidad ayudaría a mejorar nuestro sistema educativo, permitiendo que todos se desarrollaran a través de sus virtudes.
Trabajo: Las personas con rasgos neurodivergentes pueden pasar mucho tiempo tratando de adaptarse a su entorno laboral. De hecho, es posible que necesiten gestionar tanto sus impresiones sociales como encontrar formas de bloquear las distracciones. Con el tiempo, esto puede afectar tanto el rendimiento laboral como la salud física y mental de un neurodivergente. En cambio, si el lugar de trabajo se adapta al concepto de neurodiversidad, las personas podrían aliviar parte del estigma o el estrés que puede afectarles.
Enfocarse en lo positivo: Los defensores de la neurodiversidad sugieren que se presta demasiada atención a las deficiencias que acompañan a condiciones como el TDAH. De hecho, piensan que es mejor enfocarse en aquello en lo que alguien es bueno, y no en lo que le ‘falta’. Por ejemplo, existen evidencias de que las personas con TDAH son más espontáneas y empáticas. Por otro lado, las personas con autismo suelen tener más capacidad para prestar atención a los detalles complejos y finalmente, las personas con dislexia pueden percibir ciertos tipos de información visual mejor que los que no tienen esta condición.
La Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) – Alta Sensibilidad, es un rasgo de la personalidad (NO es un trastorno psicopatológico).
Se encuentra presente en una de cada cinco personas; hombres y mujeres por igual. Esto representa un 20% de la población mundial. Se describe como un rasgo con una base fisiológica, hereditario y de carácter evolutivo, necesario para la supervivencia del ser humano.
Aunque se puede confundir con introversión, no es lo mismo, de hecho la Persona con Alta Sensibilidad puede ser tanto introvertida o extrovertida, un 30% de las PAS son extrovertidas.
Procesamiento profundo (Deep processing): Las PAS tienen una tendencia a reflexionar y analizar la información de forma intensa, siendo muy reflexivas y comparando las posibles alternativas entre ellas o
con acontecimientos pasados.
Los cuatro pilares según Elaine Aron:
Sobreestimulación (Overstimulation): Es una saturación del sistema nervioso que se da en las PAS cuando reciben mayor información de la que son capaces de procesar.
Sensibilidad ante las sutilezas (Sensitive to subtleties): Se refiere a la capacidad que tienen las PAS a captar pequeños detalles tanto por los diferentes sentidos como en los estados emocionales de las personas de su alrededor.
Alta emocionalidad o empatía (Strong emotions): Gran intensidad emocional ante situaciones o sensaciones. Relacionado con una gran empatía y capacidad de ponerse en el lugar de otros gracias a la gran actividad de las neuronas espejo.
Utilización de distracciones sociales para evitar las exigencias de la vida.
«Me siento muy ansiosa cuando me obligan a hacer algo que creo que no puedo hacer, y cuando la gente que me rodea no entiende qué quiero decir cuando digo «no puedo hacerlo».
Sé cómo hacer las cosas; y puedo hacerlas a veces; pero muchas veces simplemente no puedo. Empieza con la evitación, pero si alguien insiste, directamente entro en pánico.
Es lo más frustrante de tener la capacidad funcional de entender lo que ocurre, pero no la habilidad funcional para gestionarlo. Es la peor forma de autosabotaje».
Esta condición se ha incluido dentro del perfil de autismo, y puede entenderse como altos niveles de ansiedad ante demandas internas (comer) o externas (quedar con un amigo), que suelen conllevar la evitación de la demanda, generalmente por las expectativas de exigencias que se les plantea.
La «evitación de la demanda» implica no ser capaz de hacer ciertas cosas en ciertos momentos, bien sea para nosotros mismos o para otras personas; pero también se refiere a las cosas que hacemos para evitar esas demandas.
– Resistencia o evitación de las exigencias de la vida
– Uso de estrategias sociales para evitar esas demandas
– Apariencia de capacidad social pero sin comprensión social
– Emociones exageradas o cambios de humor excesivos
-Comportamiento obsesivo que suele centrarse en las personas
¿Te sientes identificada? ¿Sueles evitar ciertos acontecimientos sin una razón aparente?
La teoría de las cucharas es una metáfora de la diversidad funcional, un neologismo utilizado para explicar la reducida cantidad de energía física y mental disponible para las actividades de vivir y tareas productivas que pueden resultar de la diversidad funcional o enfermedades crónicas.