DURACIÓN DE LA SESIÓN: 2H Y 30 MINUTOS
NÚMERO DE SESIONES: 1
DURACIÓN DE LAS SESIONES:
1H Y 45 MINUTOS
TEMPORALIDAD DE LAS SESIONES:
ENERO 2023-DICIEMBRE 2023
“Tener que repetir las cosas mil veces”
“Está todo el día aisal@ en su cuarto”
“No nos cuenta nada”
“No quiere estar con nosotros”
“Todas nuestras conversaciones terminan en discusiones”
“Se nos hace muy complicado hablar sin gritar”
“A veces parece que hablamos idiomas diferentes”
Como madre o padre, puede que te encuentres en un momento en el que sientas que todo funciona de forma automática, que lleves tiempo sobrellevando las dificultades del día a día y esto no te halla dejado tiempo para parar y observar desde un lugar más objetivo el tipo de relación y comunicación que se da dentro de tu familia. En muchas ocasiones es frustrante cuando pensamos en los esfuerzos que hacemos en contraposición a la desconexión, incomprensión y desinterés que se percibe en muchos casos por parte de nuestros hijos.
“Me pide que le cuente cosas, pero cuando lo he hecho siempre terminamos discutiendo”
“No respetan mi privacidad, ni me dan libertad, se piensan que no soy capaz”
“No me entienden, ni lo quieren hacer”
“No tengo interés por relacionarme con mi familia o parte de ella”
“Siempre acabo sintiéndome mal cuando hablo con mis padres, no entienden los esfuerzos que hago”
“Siempre terminan por castigarme o regañarme sin antes escuchar mi punto de vista”
La relación con nuestra madre, padre o tutor/a siempre ha sido y será complicada. Las relaciones sociales, todas, conllevan un esfuerzo mental y físico. Cuando hablamos de relacionarnos con personas con las que tenemos además un vínculo emocional y un espacio compartido de convivencia se vuelve todo más complicado aún. Es probable que tengamos una sensación de desconexión con nuestros familiares, sintiéndolos en muchas ocasiones como desconocidos. Este sentimiento no es nada descabellado teniendo en cuenta que, si nos paramos a pensar, es probable que nuestros padres no nos conozcan tal y como somos, lo que de forma inmediata nos coloca en una posición de incomodidad y defensa constante.
Sesiones independientes, en las que poder expresarse libremente, sin depender de la opinión o el juicio del otro. Se otorga el espacio para compartir las emociones y conflictos desde la perspectiva personal.
Una vez estructurado un esquema de los conflictos percibidos, las dificultades y recursos con los que contamos, conformamos juntos una idea que poder trasmitir adecuadamente a los miembros de la familia.
[Este trabajo se realiza de forma independiente, brindando un espacio inicial para padres y madres, y otro para los hijos e hijas]
Sesiones conjuntas de integración y puesta en común, establecemos unas pautas comunicativas previas y conformamos una sesión donde todas las partes puedan expresar como sienten y perciben la situación actual, cuáles son los conflictos percibidos y las necesidades pendientes.
Tras la primera sesión de integración, la estructura de la terapia se configurará en función de las necesidades de la familia, pudiendo realizar sesiones conjuntas y sesiones individuales en función de las demandas.
Muchas de las veces, nos relacionamos partiendo de una etiqueta que nosotros mismos hemos otorgado, «es un vago”, “es un patoso”, “es súper despistado”.
El objetivo es conocerse de nuevo, pero esta vez, partiendo de la información que nos brinda el otro.