En un mundo cada vez más consciente de la diversidad, es fundamental reconocer y comprender la fluctuación en la capacidad funcional de las personas neurodivergentes. Este término engloba una variedad de condiciones como el Autismo, el TDAH, la dislexia, entre otras, que afectan la forma en que las personas perciben y responden al mundo. Sin embargo, un aspecto que a menudo se pasa por alto es cómo la capacidad funcional de estas personas puede variar significativamente de un día para otro, e incluso de una hora a otra.
¿Qué es la capacidad funcional?
La capacidad funcional se refiere a la habilidad de una persona para realizar tareas y participar en actividades de la vida diaria. Esto incluye aspectos físicos, mentales y emocionales. En las personas neurodivergentes, estas capacidades pueden ser inestables y depender de diversos factores como el entorno, el estrés, el cansancio y el estado emocional.
Factores que influyen en la fluctuación
Entorno: Un entorno adecuado y comprensivo puede mejorar significativamente la capacidad funcional de una persona neurodivergente. Por el contrario, ambientes ruidosos, desorganizados o no inclusivos pueden resultar abrumadores y disminuir su capacidad para funcionar adecuadamente.
Estrés y Ansiedad: El estrés y la ansiedad son factores determinantes en la capacidad funcional. Situaciones estresantes pueden desencadenar una respuesta de lucha o huida, haciendo que tareas cotidianas se vuelvan difíciles de manejar.
Cansancio y Sueño: La falta de sueño o el cansancio pueden tener un impacto significativo. Las personas neurodivergentes pueden necesitar más tiempo de descanso y recuperación para mantener su capacidad funcional.
Soporte Social y Familiar: Un sistema de apoyo sólido puede ayudar a estabilizar las fluctuaciones en la capacidad funcional, proporcionando un entorno seguro y comprensivo donde la persona pueda prosperar.
Estrategias para manejar la fluctuación
Autoconocimiento y Autocuidado: Es vital que las personas neurodivergentes y sus seres queridos comprendan sus patrones de fluctuación y desarrollen estrategias de autocuidado. Esto puede incluir la planificación de actividades en momentos de mayor capacidad y la implementación de pausas y descansos cuando sea necesario.
Adaptaciones y Flexibilidad: En el ámbito laboral y educativo, es esencial ofrecer adaptaciones que permitan a las personas neurodivergentes trabajar y aprender de manera efectiva. Esto puede incluir horarios flexibles, la posibilidad de trabajar desde casa y la provisión de herramientas de apoyo específicas.
Comunicación Abierta: Mantener una comunicación abierta y honesta con empleadores, compañeros de trabajo y profesores sobre las necesidades y desafíos puede facilitar la implementación de las adaptaciones necesarias y reducir el estrés asociado.
Conclusión
La fluctuación en la capacidad funcional de las personas neurodivergentes es una realidad que debe ser reconocida y respetada. Promover una comprensión más profunda y un entorno inclusivo y adaptable puede mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar de estas personas. La clave está en la empatía, la flexibilidad y el compromiso con la diversidad y la inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.
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