Las fases del ciclo menstrual están determinadas por las hormonas sexuales, lo que nos aventura a descubrir las conexiones entre lo físico y lo psicológico, entre lo hormonal y lo emocional.
Además de los cambios químicos debidos a fluctuaciones en niveles hormonales, también se han observado cambios fisiológicos en el cerebro como resultado de la menstruación.
Bannbers et al. (2012) mayor actividad en la corteza insular (encargada de procesar la información afectiva) durante la fase lútea en mujeres con Sindrome PreMestrual (SPM), lo que podría indicar que incrementos en la actividad de la corteza insular durante la fase premenstrual podrían contribuir a la aparición de los síntomas psicológicos observados en mujeres con SDP.
Ossewaarde et al. (2013) mayor sensibilidad al estrés durante la fase premenstrual (durante los 2 días antes de la menstruación) correlacionaba con una mayor cantidad de sustancia gris en la amígdala durante la fase premestrual en comparación con la fase folicular tardía, lo que podría explicar la aparición de los trastornos del estado de ánimo durante la fase premenstrual, ya que la amígdala está involucrada en el procesamiento de las respuestas al estrés y la depresión.
FASES DEL CICLO MENSTRUAL
FASE FOLICULAR
Durante la fase folicular o fase preovulatoria (días 1-13, en un ciclo de 28 días) el
ovario produce más estrógeno, lo que da lugar a un incremento en los niveles de esta hormona. También se observa un ligero aumento en la FSH al comienzo de esta fase.
La fase folicular se divide en tres subfases:
Durante está fase se produce una bajada de:
En esta fase, nuestra energía se vuelve más contenedora y tendemos a concentrarnos más en nosotras mismas. Tu cuerpo te pide descansar y estar tranquila, ya que hay mayor probabilidad de estar en tensión e irritables.
Es completamente normal, que durante esta fase te sientes más irritada, tensa o si no eres capaz de conciliar el sueño por la noche.
Los estrógenos y la progesterona, a niveles normales, actúan como neuromoduladores con efectos antidepresivos cuando sus niveles son normales. Afectando a los niveles de melatonina, que se encarga de regular nuestro reloj biológico, puede provocar depresión.
La sintomatología negativa es más propensa de darse durante la fase premenstrual y menstrual; la ansiedad, irritabilidad, tensión, cambios de humor, llorar, sentirse triste o deprimido
Al producirse un aumento de estrógenos: el estradiol está en niveles más elevados y tenemos más fuerza y energía, nos empezamos a sentir mejor. Te sentirás más dinámica y volverás a tener confianza en ti misma. Durante esta semana después de tener la regla, es posible que sientas este aumento de tu energía física y te veas más optimista.
La progesterona está aún ausente y los niveles de testosterona son aún mínimos.
Emocionalmente hablando, podemos sentir una agradable sensación de felicidad, renovación, alegría y optimismo, además tu apetito sexual también puede verse incrementado.
FASE OVULATORIA
Al comienzo de esta fase (día 14, en un ciclo de 28 días) se produce el pico de la LH que es la hormona responsable de la ovulación, y también se observa un incremento importante en la FSH que llega a sus niveles más altos del ciclo en esta fase. Es la fase más corta y ocurre a la mitad cronológica del ciclo.
Durante esta fase tu cuerpo se prepara para la concepción. Cuando el óvulo está maduro se produce un aumento de la hormona responsable de la ovulación. En este momento, el óvulo podrá ser fecundado en un espacio de tiempo de entre 12 y 36 horas, dando lugar a un embarazo o en caso contrario, será expulsado en la siguiente menstruación.
Durante esta fase se produce un aumento de:
Según los expertos, durante la fase ovulatoria se despierta más nuestro instinto maternal, así no es de extrañar que durante esos días notes que te vuelcas más en los demás que en ti misma.
Para muchas, es el mejor momento del ciclo a nivel emocional ya que el estado de ánimo es positivo. Son días, en los que aumenta tu capacidad en las relaciones sociales y tu estado de ánimo está listo para iniciar nuevos proyectos. Es la fase más expresiva.
FASE LÚTEA
Durante la fase lútea o postovulatoria (días 15-28, en un ciclo de 28 días) se produce primero un aumento de la progesterona seguido por una reducción. Esta reducción precede produce el inicio de la menstruación si no se ha producido la fecundación. La fase lútea se divide en tres subfases:
Un estudio de Klump et al., estableció una asociación positiva entre los niveles de progesterona y el hambre emocional durante la fase lútea media. Ante un pico tanto de la progesterona como del estradiol – situación que observaron durante la fase lútea media – las puntuaciones de hambre emocional eran más elevadas, sugiriendo que las interacciones entre las hormonas ováricas actúan como predictores en cambios producidos en el hambre emocional durante el ciclo menstrual
Los estrógenos y la progesterona disminuyen notablemente, ocasionando en muchas de nosotras lo que conocemos como el síndrome premenstrual.
Estas fluctuaciones pueden afectar a los neurotransmisores del cerebro como son la serotonina y la dopamina, dos de las sustancias que pueden influir en los cambios emocionales de la mujer.
El Síndrome premenstrual aparece antes de que se produzca la menstruación y después de ovular. Los estrógenos y la progesterona bajan y esto hace que podamos sentir algunas de las siguientes emociones: tristeza, irritabilidad, ansiedad, problemas para dormir, problemas de concentración y similares.
Tal es el caso de la carencia de serotonina: su descenso en los niveles normales es capaz de causar ansiedad, obsesión, irritabilidad, nerviosismo, tristeza, depresión, mal humor, aislamiento y baja autoestima. Estos síntomas suelen aparecer los diez días previos a la menstruación y a ellos se suman el dolor de cabeza, la retención de líquidos, el aumento de peso, los problemas en el descanso nocturno y un deseo de comer en exceso dulces o chocolate.
Referencias:
Schwartz, D. H., Romans, S. E., Meiyappan, S., De Souza, M. J., & Einstein, G. (2012). The role of ovarian steroid hormones in mood. Hormones and behavior, 62(4), 448-454.
Moreno-Gómez, E., & Jáuregui-Lobera, I. (2022). Variables emocionales y food craving: Influencia del ciclo menstrual. Journal of Negative and No Positive Results, 7(1), 28-63.
Zanin, L., Paez, A., Correa, C., & De Bortoli, M. (2011). Ciclo menstrual: sintomatología y regularidad del estilo de vida diario. Fundamentos en humanidades, 12(24), 103-123.
Ocampo Rebollar, A. (2017). Cambios emocionales relacionados con cambios hormonales durante el ciclo menstrual de la mujer.