Este blog se presenta con el título de “psicología primeriza”, en parte porque realmente acabo de empezar mi experiencia como profesional hace poco más de un año, pero también porque no encontraba otra forma de reflejar la importancia del vínculo desde el principio, desde el centro, el vínculo entre una madre y su hij@, el gran llamado APEGO, que creo es, uno de los aspectos más influyentes en el ser humano.
Este empieza, como no, desde el principio, desde el momento en que ambos se vinculan, para respirar, alimentarse, sobrevivir… La madre tiene el poder de criar ese vínculo; las sensaciones y sentimientos de la madre durante el embarazo, su nivel de estrés y preocupación también son determinantes para él bebe.
Y como ya he hecho alusión en otras publicaciones, entenderemos todo esto gracias a las hormonas, nuestra amiga la oxitocina y otro amigo un poco más pícaro, el cortisol.
El cortisol es una hormona que se libera como respuesta al estrés. Se produce en las glándulas suprarrenales en la parte superior de cada riñón y actúa como un neurotransmisor en nuestro encéfalo, especialmente cuando entamos en situaciones difíciles o de alto grado de tensión.
Es una hormona cíclica y su liberación sigue un patrón, sigue el ritmo de la luz, se libera más al despertarse, decrece a lo largo del día y aumenta ligeramente al anochecer.
Algo importante a destacar, es que el cuerpo no distingue una amenaza real de una imaginaria.
Algunos datos rápidos para entender cómo puede afectarnos el cortisol:
-A mayor nivel de cortisol las defensas bajan.
-Afecta a la absorción y digestión de los alimentos.
-Aumenta la presión arterial (cuando la respuesta de cortisol se mantiene durante largos periodos de tiempo, podría causar enfermedades crónicas del corazón).
-Cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo, lo que puede derivar en fallos de memoria y concentración.
-Los altos niveles de cortisol en sangre y dentro de las células, ocasionan retención de grasa, sobre todo en el área del abdomen, y retención de líquido, además de mayores antojos por alimentos altos en azúcar, grasas y carbohidratos.
-El cortisol elevado podría ocasionar disfunción eréctil, así como la interrupción del ciclo ovulatorio y los ciclos menstruales, ya que las hormonas sexuales se producen en las mismas glándulas que el cortisol.
-Todo lo que sucede dentro de nuestro cuerpo se refleja fuera, así que la piel se ve afectada y se produce un envejecimiento prematuro de las células.
-Altos niveles de cortisol derivan en aislamiento y ausencia de ganas de relacionarnos.
-El cortisol alto, provocado por el estrés continúo, también podría ocasionar el síndrome de fatiga crónica, trastornos de la tiroides, demencia, depresión y muchas otras afecciones.
A todos nos ha pasado que, tras encontrarnos con situaciones de gran tensión durante mucho tiempo, cuando batallamos con algo que nos desgasta, entramos en un entrado de tristeza y apatía, y nuestro sistema inmune se debilita -como cuando tras trabajar varios meses, caemos enfermos al llegar esas ansiadas vacaciones-, esto es un mecanismo de nuestro organismo para recuperarnos, influido además por los efectos del cortisol.
Sé que dije datos rápidos, al parecer mis niveles de cortisol se elevaron al enfrentarme a decidir entre qué consecuencias seleccionar como importantes, así que tuve que activar el proceso de oxitocina para disminuir los niveles de cortisol, y tras calmarme he decidido ponerlos todos
La oxitocina se produce en el hipotálamo y es una hormona preciosa, ya que es la responsable de que amemos, seamos compasivos, amables, y, por si fuera poco, de que nuestro útero se contraiga durante el parto (de ahí el uso de oxitocina sintética durante el parto*1) y de producir leche materna.
Como explica Irene García Perulero (Investigadora y Bióloga): “el mecanismo que regula la secreción en pulsos de oxitocina durante el parto se desconoce, aunque en mi opinión probablemente el bebé —y su capacidad de recuperarse tras cada contracción— tenga mucho que decir: al fin y al cabo, el parto es un proceso de comunicación química entre dos cerebros complejísimo y del que aún sabemos muy poco”.
Pero es que, además, se secreta en el cerebro produciendo múltiples efectos en nuestro sistema nervioso central. En su papel como neurotransmisor, está implicada en comportamientos relacionados con la confianza, el altruismo, la generosidad, la formación de vínculos, los comportamientos de cuidado, la empatía o la compasión, pero hay mucho más: tiene un papel fundamental en el comportamiento maternal y sexual, en los comportamientos de agresión y su presencia interviene en la regulación del miedo, eliminando las respuestas de parálisis.
Pero no, esto no acaba aquí leyentes, la oxitocina, además, como os adelanté en mi intento de escenificar un ejemplo del cortisol, también está relacionada con la gestión de los niveles de estrés, ya que tiene la capacidad de sofocar la zona del cerebro encargada de regular la ansiedad; la amígdala.
*1 El uso de oxitocina sintética durante el parto tiene múltiples efectos secundarios, como la rotura uterina o la perdida de bienestar fetal. Os dejo un par de artículos al respecto:
Una investigación del profesor Ryoichi Teruyama, del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Estatal de Louisiana, relacionó el uso de oxitocina sintética durante el parto con la aparición de depresión posparto.
Un estudio realizado por Ibone Olza en 2012 demuestra que la administración de oxitocina sintética reduce el reflejo de succión en recién nacidos, dificultando el establecimiento de la lactancia.
Una vez introducidas las hormonas, volvemos a nuestro tema central, el apego.
No solo es el vínculo que se forma entre el hij@ y sus padres o cuidadores, es una necesidad biológica tan importante como respirar, que le proporciona al niñ@ una seguridad emocional a través de la cual desarrollara su personalidad, interviniendo de forma considerable en la forma que establece sus relaciones.
El establecimiento del apego se relaciona principalmente con dos sistemas: el sistema exploratorio, el cual permite al bebé contactar con el ambiente físico a través de los sentidos; y el sistema afiliativo, mediante el cual los bebes contactan con otras personas.
El apego seguro permite al pequeño explorar, conocer el mundo y relacionarse con otros; bajo la tranquilidad de sentir que la persona con quién se ha vinculado va a estar allí para protegerlo.
Y es que la forma en que interactuamos con nuestros hij@s, como reaccionamos cuando buscan nuestra ayuda, nuestro apoyo o nuestra mirada, determinará las formas en que se relacionará.
Si ante una situación en la que un niñ@ acude a sus padres, en busca de su tiempo y les nota impacientes, le interrumpen, no le dan importancia a lo que dice o percibe que no tienen tiempo para él o ella, no podrá generarse la confianza para que más adelante acuda a ellos de nuevo. Os pongo como ejemplo
Que pasa si un niñ@ asustado, vuelve a lo que piensa que es será una base segura, y se encuentra con una madre o un padre ansiosa, enfadada, sin saber gestionar las emociones que les produce su fracaso, el niñ@ aprenderá a no recurrir de nuevo a esa base, pues no ha obtenido la protección y el amor que necesitaba.
Si, por el contrario, le calmamos, atendemos sus necesidades e intentamos solucionar el problema causado, le estaremos trasmitiendo una forma correcta de autorregulación, lo que regulará al niñ@ y le enseñará a buscar soluciones con el apoyo en los otros.
La forma en que gestionamos los problemas, la forma en la que damos cariño a nuestros hij@s, a nuestra pareja, nuestras creencias (las que hemos interiorizado de nuestros padres y las que hemos adquirido de la sociedad), entre otras muchas cosas, son lo que determinarán los valores y personalidad de nuestros hij@s.
Las creencias son ideas que hemos ido interiorizando en nuestra mente normalmente de forma inconsciente y que, sin darnos cuenta, dirigen nuestros actos y nos impulsan a actuar de una u otra forma, sin que, en el fondo sepamos por qué.
Autor: GENIAL
Para terminar, no me gustaría dejaros con la miel de las creencias en los labios, así que hablaremos de los Cimientos Emocionales, conformados por acontecimientos de nuestra niñez, que será lo que haga que detectemos las cosas como buenas o malas.
Llegados a este momento, no me he podido resistir a citar una página del libro “Encuentra a tu persona vitamina”, que ha sido una de las razones que me ha inspirado a empezar este proyecto, en concreto dos casos que explican a la perfección los cimientos emocionales.
EL CASO DE CARMELA
Carmela era una mujer alta, guapa, se sentía afortunada laboralmente, pero se aquejaba de elegir mal a los hombres, siempre le eran infiel. Al describir a sus exparejas, resultan tener un denominador común: son ambiciosos, mujeriegos, seductores y con mucha labia, tras esto comenta que su padre le fue infiel a su madre en múltiples ocasiones y que ella recordaba el sufrimiento y el llanto de su madre como consecuencia. “Siempre he admirado la fidelidad y es algo que busco en mi vida, pero no sé por qué acabo con hombres que me engañan. Mi padre no era buen marido, pero si buen padre, yo era muy especial en su vida.
Los cimientos emocionales de Carmela se encuentran en una polaridad, entremezclando la figura de un padre del que recibía mucho amor, una madre herida por su marido y la rabia que a ella le generaba esa actitud. Está polaridad, la enfocaba en sus relaciones de pareja, su cabeza comprende que no le convienen los hombres mujeriegos, pero su corazón se siente atraído por ello. Lo que su madre no había sido capaz de conseguir, ella lo estaba ansiando de una forma más o menos inconsciente.
EL CASO DE CELIA
Celia era una mujer soltera de veintitrés años, vive con sus padres, en el trabajo tiene una situación complicada, su jefa es una mujer con un carácter difícil y a veces le cansa. Tiene muchas responsabilidades, y su jefa le grita, le exige con un tono demandante y agresivo, a pesar de eso y de las malas condiciones económicas, mantiene el trabajo.
Al hablar de su familia, describe a su madre como una mujer arisca, poco cariñosa, mandona y muy exigente, siempre la levantaba a las siete de la mañana para estudiar o hacer alguna actividad deportiva y si sacaba menos de un siete en un examen, le hacía repetir los deberes y realizar trabajo extra. Su padre, era tímido y cariñoso, lo que era una disputa entre ambos pues a su madre no le gustaba que su padre las abrazara y fuese tan permisivo.
Al criarse con una madre tan dura y exigente, y encontrarse con una jefa de las mismas características, no se disparó en ella una situación de alerta, ya que Celia percibía la situación como normal, se avista una voz que le dice que no es adecuado, pero no es capaz de dimensional la gravedad del asunto.
Imagen del libro editada
Tras leer todo esto seguro que muchos os habéis sentido identificados, tanto como padres como hijos, pero no nos alarmemos, que ya veo a esas cabezas rumiando todo lo hecho ¡
Aquí estas, leyendo sobre apego, tan importante es hacer las cosas con amor, como disculparnos, explicarnos y aprender cuándo no nos comportamos de la forma correcta.
Muchas gracias por haber invertido parte de tu tiempo leyendo mis palabras.